La semana pasada estuve en Buenos Aires, hace algunos meses que no iba, justo esos días en vísperas de otoño se plantó mal la humedad, parecía que estaba en Santa Fe si no fuera por algunas cuestiones que determinan las características de “la capital”, igual esta vez la encontré distinta aunque uno no vive el día a día, su ritmo, esa vorágine en lo cotidiano, pude notar algunas cosas.
Otras veces que fui, por ejemplo en octubre o noviembre creo, durante la mañana entre las 8.30 y 10 hs. se escuchaba ya sea en programas de televisión, radios o en los teléfonos llamadas de amigos o familiares, con el portero del edificio, el vecino en el ascensor, o el kiosquero que te comentaban siempre el mismo tema, era obviamente El Clima y en todas sus formas de manifestarse, la temperatura, humedad, probabilidad de lluvias, granizos, chubascos o precipitaciones, tanto a la mañana, tarde, como a la noche. ¡Ah! me olvidaba tema fundamental la sensación térmica y si debías o no llevar abrigo o paraguas.
Ahora las cosas han cambiado desde hace un tiempo a esta parte, todos los comunicadores ya sean masivos como los medios, vecinos o familiares que nos son masivos pero son insistentes, te hablan del tránsito que es toda una cuestión a resolver lo antes posible, de los accesos a capital, los cortes, embotellamientos y/o accidentes de tránsito que puedan producirse, todo esto mechándolo con algún temita de inseguridad que pueda llegar a ocurrir. Seguramente sería mejor que podamos volver a escuchar como prioridad hablar del Clima.
También me llamó mucho la atención la cantidad de extranjeros, no solo en calle florida sino también atendiendo los negocios y no solo los negocios para turistas sino todo tipo de negocios desde casas de cambio, casas de ropa, cueros, hasta librerías, bares, y esas cosas.
Está más que claro que tenemos gran diversidad cultural no solo latinoamericana sino también de otras partes del mundo, si bien es una característica de nuestro país creo que va en aumento, no me parece que toda esta gente venga para estar peor que en su país.
La verdad Buenos Aires, por momentos cuando uno camina por tus calles a veces se siente extranjero en su propio país, algo extraño, ¿no?, es un sentimiento encontrado porque sos nuestra, porque vamos pocos a visitarte, porque siempre inspirás cosas, canciones, porque sos nostalgia, cuento y poesía, porque sos pintoresca, porque estás tan cambiante pero siempre tan linda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario