jueves, 21 de enero de 2010

Silenciosamente

Se manifiesta silenciosa cada día.
Es quien nos provee del sustento para poder vivir y así nos transforma en subordinados de su naturaleza madre, nos alimenta y a la vez se nutre a sí misma como un cadáver en descomposición, pero se desintegra y continúa en su proceso.
Estamos convencidos que podemos hacer cualquier cosa con ella, sin escrúpulos, sin límites.
Colaboramos para inducirla al igual que a un cuerpo muerto a su degradación, econtrándose aún con vida. Sus síntomas están latentes y ella nos lo hace saber.
No continuemos en este rumbo, asumiendo sin ninguna preocupación ser los parásitos de La Tierra por más tiempo.
Debemos proteger de su salud y de nuestro medio de vida, cuidemos del ambiente.
Jose Carlo Sel